lunes, 25 de enero de 2016

Asignatura pendiente: tu geografía


No se cual es la longitud de tu superficie,
desconozco cada uno de tus puntos geográficos,
alimento mi imaginación en sueños,
obtengo delirios a causa de cada uno de tus pestañeos,
sobrevivo a cada uno de tus pasos al caminar.

Ingiero cada una de tus muecas tragando saliva
y reteniendo mis ganas de actuar sin pensar,
vivo enloquecida por tu droga más puta,
encadenada a tu adicción. 

Porque eres la silueta perfecta para cualquier pintor cuerdo,
porque invertiría mi tiempo en contabilizar
cada una de tus imperfecciones.

La casualidad más penetradora
capaz de traspasar la piel,
de marcar como cualquier herida,
siento tú la cura de muchas otras.

Convirtiéndote en lo más sencillo
de ésta carrera de obstáculos que es la vida,
llegas, marcas, huyes.

Y te observo correr,
viendo como tu pelo lleva el compás de mis latidos
quedando así petrificada,
embobada y sin saber como actuar frente a tu huida.

No tengo respuesta, pero se que fuiste tú mi mejor riesgo.

Entre palabras cortadas...

lunes, 18 de enero de 2016

KM 0


Empezar de cero,
empezar por el primero de los números cardinales,
llevar inconscientemente un orden,
una vida ordenada y ejemplar.

Me niego,

me gusta lo desordenado,
adoro la velocidad con la que las aspas del ventilador te despeinan,
enloquecería si todos tuviéramos la rebeldía
caracterizadora de Eva incitando a Adán a comer de la manzana.

Me encanta jugar a observar el pentagrama

y tocar cada una de las notas al azar
mientras ellas simulen las sílabas de tu nombre e imaginar,
idealizarte e imaginarte con tu cuerpo
desnudo con tan sólo un rayo de luz que
penetrara en tu piel,
un rayo de luz que fuera capaz de captar el
color de tu piel,
el dibujo fino de tus labios,
tu aroma singular,
tu figura natural,
la sonoridad de tu voz
y tus pupilas clavadas en mi retina.

Ojalá el rayo una fotografía y mis ojos la cámara que la retuviera como memoria fotográfica.


Ojalá empezar por el km 0,

tu boca.

jueves, 7 de enero de 2016

ACRÓBATA


Tu rostro,
es el campo de acción más amplio,
es como la gymkana de cualquier colegio en fiestas.

Me haría acróbata,
sería equilibrista para tener la oportunidad de guardar el equilibrio en tus finos labios,
tan finos,
que son capaces de cortar y hacer destilar tu sangre.

Lo desean,
mis manos desean esconderse entre tu pelo jugando a desenredarlo
mientras encuentra en el su mejor refugio.

Tu piel,
es el mejor abrigo acompañado de la esencia de perfume más exclusivo,
tu aroma,
el cual sería capaz de distinguir entre una multitud de personas.

Veo el mundo girar,
veo como las olas chocan continuamente con las rocas mientras sufren la marea alta, enloquezco con su expresividad y su luz propia,
hablo de tus ojos,
los que acaparan mi atención sin quererlo
como cualquier acto reflejo.

Somos como dos fichas de domino dispuestas a jugar a su dichoso efecto,
sometidas a la caída,
separadas por Hércules tal y como separó al mar en dos partes las cuales jamás volverán a saber una de la otra.

La brisa es otro cómplice de la cobardía,
haciendo su acto de presencia entre nuestros dos cuerpo,
al igual que viendo como sin rozarnos el tiempo es un evidente enemigo,
sabiendo que envenenan las finas cuchillas que tienes como labios.
Me quiero cortar,
me quiero arriesgar y formar parte de este maratón de juego de niños que es tu vida.

Deseo ser tu acróbata en este circo que es la vida.


Entre palabras cortadas...