jueves, 30 de octubre de 2014

Hablemos de ellos.


Hablemos de ellos...

Es mi inercia la que me castiga cada día y me hace mirarlos.
Es mi mente la que por segundos me hace recordarlos.

Son mis dedos los que quieren volver a tocar esa textura.
Son mis palpitaciones las que quieren volver a acelerarse al verlos acercarse.
Son mis dientes los que quieren volver a morderlos.

Eran mis ganas irrefrenables de probar lo prohibido.
Eran cada uno de mis músculos y huesos aliados deseando de descontrolarse.
Eran estos queriéndose reencontrar con ellos.

Era mi cuerpo el culpable.
Era yo la deseosa de hacerlo.

Fue como jugar al juego del pilla pilla donde yo quería cogerlos y hacerlos míos, 
pero tú no los dejabas.

Un juego al que deseaba jugar, jugué y acabe repitiendo, aunque prometí no volver hacerlo la tentación me pudo a mi y a ellos.

Un juego al que no me importaría jugar, porque si jugamos a quemarnos
quemémonos y que esas sean nuestras marcas de guerra.

Un juego que no podía controlar y al que sin duda volvería a jugar.

Una sola partida que se convirtió en 3 repeticiones.
Una sola partida que marcara una vida.
Una sola partida a la que no supe jugar bien.
Una sola partida evocada al mas trágico final sabido.

Y todo por culpa de ellos...

Por culpa de los que volvería a tocar.
Por culpa de los que volvería a rozar.
Por culpa de los que volvería a reír a milímetros de ellos.
Por culpa de...

SI, HABLO DE TUS LABIOS...


Entre palabras cortadas...

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